Como nunca un Perú - Venezuela tenía una necesidad tan imperiosa de que termine con triunfo peruano. Antaño estos partidos eran un trámite, esto es, Perú simplemente iba y ganaba sin mayores contratiempos ante un rival de poca jerarquía. Sin embargo, en este último partido el contexto era diferente, con una Venezuela en buena onda y Perú con un mísero punto de un total de 15, más números deficientes y críticas en cantidad. Aquí no importaba el cómo, si era con un póker de Lapadula, aprovechando un regalo del rival (como el gol de Kuebita en el Perú - Venezuela del proceso anterior) o un gol de poto de Gallese en tiempo adicional. Solo quedaba ganar, y no precisamente para salvar cabezas, pero el desenlace no fue el esperado (para los peruanos). Es sabido que hay cientos de miles de venezolanos en el Perú. Los vemos todos los días y en todas partes: en mi caso (de los que yo veo) están los guachimanes, los cobradores de combi, los vendedores de arepas, caramelos y gaseosas y los que p...