Era una semana bien compleja (en lo personal, ojo). El calendario señalaba que Perú tenía que jugar contra Argentina por Eliminatorias. Finalmente se dieron las garantías del caso y el partido se pudo jugar, pese a la situación ya conocida y sobre la cual no ahondaré. Así se cerraba el año para la selección, con apenas cuatro partidos jugados: todos por el proceso rumbo a Qatar. Regresé del hospital y puse Facebook para seguir la misa de año del abuelo, quien exactamente un año antes había partido a la eternidad. A poco de terminada recibí una llamada del tercer piso para ver el partido. El Chile - Perú lo vi solo en el primero, al igual que el Argentina - Paraguay de esa fecha. Entré a la sala con el partido ya empezado. La tele captaba la señal del otrora CMD. Había cuatro personas más (mi tío, mi tía, su esposo y mi primo). Hubo emoción por las primeras llegadas de Perú, pero todo se disipó con el gol de González y peor aún con el de Lautaro. Para entonces ya había llegado otro prim...