Después de varios contratiempos climáticos y sociales, el año escolar 2023 empezó, pero en realidad ya había empezado. ¿Por qué? Antes de que empezaran los estatales, hicieron lo propio los particulares, pero varios medios "levantaron" la noticia como si solamente existieran los colegios públicos. Así, los que estudian en estos últimos tuvieron un poquito más de vacaciones. Hace 15 años exactamente que no soy escolar, pero recuerdo que pasé por esa etapa, que tuvo de todo. La idea aquí es hablar de cómo empezaba cada año escolar.
De ese primer día en el cole sí hay más recuerdos. Todos formados en el patio y de ahí cada uno a su salón. Ya adentro, la profesora se presentó. Ninguno de los amiguitos que tenía en el nido siguieron conmigo. De los nuevos, algunos seguían de Inicial. Y de todo el grupo, dos siguieron ininterrumpidamente hasta Quinto de "Media", como yo.
Los meses entre el final de un año escolar y el inicio del siguiente eran a todo dar. Paseaba, hacía algún curso de vacaciones útiles, jugaba fútbol en el barrio y otras cosas más. Hasta que en Secundaria se "terminó" todo. En 2004 había que regresar a clases justo horas después de un Perú - Colombia (0-2) por Eliminatorias, pero al año siguiente se recortaron las vacaciones. No sé quién tuvo la brillante idea de que volviéramos a clases en marzo, con tanto calor. Que el nivel no es tan alto, es verdad (aunque se trataba de un colegio particular), pero al parecer no se entendió que calidad y cantidad no eran necesariamente sinónimos. Pensar que mis papás siempre empezaban en abril...
Antes y después de ello, la expectativa mía era saber quiénes seguían del año anterior, como cuando una temporada de fútbol empieza y uno ve el movimiento del mercado de pases. Al no haber redes y ser poco frecuente el encuentro con los muchachos en esos meses, había algo de incertidumbre, Todo ello se disipaba con el primer día y la primera semana de clases. Y a varios amigos que vi en el último día de un año escolar no los vi nunca más.
Otra postal del año escolar era la lista, que era larga, pero no tanto como la que se hizo viral hace poco. Había una librería muy cerca de mi casa y ahí encontrábamos casi todo. La administraba una señora muy querida en el barrio. Años después la señora falleció repentinamente (para entonces ya había estudiado en la Universidad) y nadie tomó la batuta en el negocio.
Sin importar que estudien en colegios públicos o privados o conozca o no a los chiquillos que van a clases, ojalá a fin de año todos estén contentos de haber cumplido sus respectivos objetivos.
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