El adiós del "Chicho"

Guillermo Salas dejó de ser técnico de Alianza Lima, y justo después de un clásico. La misma figura se dio con Pablo Bengoechea y Carlos Bustos (aunque este último duró un partido más) y ahora se busca técnico.

La historia empezó en setiembre del 2022, cuando el ex lateral derecho asumió en reemplazo de Bustos, de quien era asistente. Alianza tropezaba en el Clausura, y la idea al parecer era que se encargara del equipo hasta fin de año, como dando por perdida la temporada. Empero, AL tuvo un repunte tal que se metió de lleno en la pelea y ganó el torneo, consiguiendo además el pase directo a la final. El rival por el título nacional fue Melgar, y tras perder en la ida, Alianza lo ganó en la vuelta y consiguió el bicampeonato. Así, Salas consiguió su quinto título nacional con el cuadro victoriano, al que llegó para el Centenario y fue titular en los siete años que vistió la blanquiazul.

Para el 2023 la exigencia era otra: el Tri y hacer (de una vez por todas) una buena Copa Libertadores. Llegaron las "estrellas" y el plantel se veía bastante poderoso. Llegó la Copa y rompió la mala racha, a la vez que sumaba y sumaba en el Apertura. Y yo pensaba que el pobre "Chicho" tenía que romperse el cerebro para armar el once, con tanto buen jugador que tenía a su disposición. Se ganó el Apertura, pero nuevamente se fracasó en la Libertadores (se ganó un partido, pero bien se podía aspirar a más). Hasta que llegó el Clausura, el desgaste y esas tres actuaciones sin brillo (y sin triunfos) que derivaron en su salida, aunque al parecer ya estaba "cocinado".

El domingo por la tarde empezó a correr la bola de que Salas no iba más, y en la noche ya se daba por hecho su salida. Sin embargo, faltaba un pequeño detalle: que el club lo hiciera oficial. Así, me acosté con la incertidumbre, y con el nuevo día esta seguía. Las cuentas del club, mutis, seguía el misterio y con ello hasta había posibilidad de que se quedara. Hasta que llegó el bendito comunicado. Si en realidad le querían decir a Salas "hasta aquí nomás", pudieron hacerlo en una: entre el clásico y la emisión del comunicado transcurrieron casi 48 horas. La cuestión se manejó mal.

Así llegó a su fin la era Salas. Su sucesor toma un fierro caliente y asumirá la misión de conseguir el tricampeonato con el plantel (por nombres) más fuerte del medio. Por mientras el DT de la Reserva se hará cargo del equipo, pero a sabiendas de que tendrá que dejar la posta a otro más experimentado. Pero a pesar de cómo se produjo su salida, Salas (el "Chicho", el "Loro", "Memo" o "Coné", según la época (?)) se puede ir tranquilo: en sus primeros meses como técnico de un equipo profesional hizo algo de historia.