Hace tres años y algo menos, cuando Perú recibió por última vez a Argentina, las cosas eran distintas en cuanto al cuadro albiceleste. Ya dirigía Lionel Scaloni, pero era cuestionado a pesar del buen arranque en Eliminatorias. Entre sus dirigidos estaban los Messi, Di María, Otamendi, entre otros, cargando los primeros el peso de las frustraciones sucesivas del equipo. Al año siguiente ganó la Copa América y en el 2022 consiguió el título mundial en Qatar: con ambos campeonatos puso fin a una sequía de casi tres décadas y todo se convirtió en felicidad. Con el envión de la tercera estrella y otro buen inicio para el Mundial 2026, Argentina llegó a Lima para enfrentar a un Perú que por lo mostrado en lo que iba del premundial era su antípoda.
Aun con las entradas carísimas y el presente desalentador de la selección, hubo buen público en el Estadio Nacional. La gente pedía cambios (jugadores, actitud...) y en cierta manera se vio algo. Fue titular Franco Zanelatto, quien debutó en la selección mayor. Y hubo momentos en el que Perú quiso tutear a Argentina, luego de no haberle hecho mayor daño a Chile. Paolo Guerrero se animó a rematar al arco y respondió el Dibu Martínez, pero la jugada ya estaba anulada, y otro tiro del mismo Paolo estuvo a poco de colgar al arquero. Había mejora, pero las cosas se complicarían al poco rato.
Hasta que apareció Messi. Sin ser una potencia, Perú resultaba un rival incómodo para el rosarino: aunque le podía salir una gran jugada o una asistencia, el gol era su asignatura pendiente (en Eliminatorias). Pero Lio "escogió" el peor momento para dejar su sello: dos toques sutiles (el amague de Julián Álvarez previo al segundo, buenísimo) y nuevamente a sacar del medio. Argentina sacó provecho de los errores peruanos para lanzarse al ataque e ingresar con peligro al área nacional. Luego de consultar con el VAR en una y otra jugada, el gol quedaba consumado. Solo le faltaría Brasil para completar su cartón: así como va el "Scratch", capaz lo consiga.
Desde hace más de tres años se pueden hacer hasta cinco cambios en partidos oficiales. Pues bien, Reynoso decidió "quemar" cuatro de cara al segundo tiempo. Como en el primer tiempo, hubo pasajes de rebeldía, pero casi nada más. Y la cosa pudo ser aún peor, puesto que llegó otro gol de Messi (como decía Bad Bunny en "Báilame" (?)), pero fue bien anulado. El GOAT (para mí) sabía que no estaba habilitado, y por ello como que no quiso celebrar. Pensar que se decía que podría no jugar, pero finalmente alineó y cómo terminó todo. Más que alguna jugada de peligro, lo destacado del segundo tiempo fueron los espontáneos que entraron al campo. El que quiera, que reniegue o se ría, pero hablando en serio, ello podría derivar en una multa para el anfitrión, en este caso la FPF. Pues bien, con lo que le "sangran" a los equipos de Copa Perú, tendrían dinero de sobra para pagarla (?).
Me reafirmo en que Messi, aun habiéndole marcado a Perú, es el mejor jugador que he visto. Que haya aficionados peruanos que lo admiren es de lo más normal (también aplica para Cristiano Ronaldo, Neymar, Mbappé, Haaland...), pero de ahí a ir al hotel y hacerle barra como que descuadra un poco. Mientras que en las afueras del hotel de Perú estaban los hinchas peruanos de verdad (léase los incondicionales), en el de Argentina otros hinchas estaban cantando el "Muchachos", pero con el detalle que muchos de ellos eran tan argentinos como el cebiche y el pisco sour (?). Algunos amigos renegaban en X por esto último; yo también lo hubiera hecho, pero preferí guardarme para este momento. No era para organizar algo parecido a "El rival no duerme", pero tampoco era hacer que la visita se sintiera como en casa, sobre todo si es el vigente campeón del mundo. Pero peores son los peruanos que aguardaban un triunfo de Argentina para que se vaya Reynoso. El DT no me cae en lo absoluto (lo que no quita que sea bueno, esto por lo que consiguió en Perú y en México) y no soy quién para decirle que renuncie o lo saquen, pero esté quien esté y le vaya como le vaya a la selección, siempre la seguiré.
Aunque pueda sonar a consuelo de tontos, Perú no cierra la tabla de Eliminatorias. Afortunadamente existe Bolivia, que no ha sumado ni siquiera en La Paz. En los años dorados (léase la generación que clasificó al Mundial 1994), la "Verde" "ahogaba" a cualquiera en su casa; ahora se convirtió en una selección que tiene poco o nada. Lo dirige Gustavo Costas (a quien le tengo mucho aprecio), quien salió a criticar el proceso de formación de sus jugadores, lo que se podría interpretar como una lavada de manos o una crítica sutil a los clubes bolivianos (aunque podría ser más lo segundo). Cuando asumió en Bolivia, "Garganta" no conocía el medio, lo que sumado al material que tiene (para mí) no le da casi ni esperanzas de llegar al Mundial a los verdes. Esta podría ser la gran oportunidad para ir a La Paz a "rematarlos" y no hacer de levantamuertos, como fue en el proceso para Rusia, aunque "gracias" a Nelson Cabrera los puntos terminaron en poder de Perú.
Y para terminar, sigue pendiente rematar directo al arco. En horas de la tarde llegó el reporte del gol de San Marino a Dinamarca, que no fue autogol. Con un equipo cuyos jugadores no se dedican 24/7 al fútbol, la "Serenísima" se dio el lujo de anotarle al país natal de Oliver Sonne (que si Reynoso no lo puso ni en lista ante Argentina, solo él podría saberlo), aunque luego perdió el partido. Si lo hizo la peor selección del mundo y Perú no fue capaz, esto da para preocuparse, y harto.
Aun con las entradas carísimas y el presente desalentador de la selección, hubo buen público en el Estadio Nacional. La gente pedía cambios (jugadores, actitud...) y en cierta manera se vio algo. Fue titular Franco Zanelatto, quien debutó en la selección mayor. Y hubo momentos en el que Perú quiso tutear a Argentina, luego de no haberle hecho mayor daño a Chile. Paolo Guerrero se animó a rematar al arco y respondió el Dibu Martínez, pero la jugada ya estaba anulada, y otro tiro del mismo Paolo estuvo a poco de colgar al arquero. Había mejora, pero las cosas se complicarían al poco rato.
Hasta que apareció Messi. Sin ser una potencia, Perú resultaba un rival incómodo para el rosarino: aunque le podía salir una gran jugada o una asistencia, el gol era su asignatura pendiente (en Eliminatorias). Pero Lio "escogió" el peor momento para dejar su sello: dos toques sutiles (el amague de Julián Álvarez previo al segundo, buenísimo) y nuevamente a sacar del medio. Argentina sacó provecho de los errores peruanos para lanzarse al ataque e ingresar con peligro al área nacional. Luego de consultar con el VAR en una y otra jugada, el gol quedaba consumado. Solo le faltaría Brasil para completar su cartón: así como va el "Scratch", capaz lo consiga.
Desde hace más de tres años se pueden hacer hasta cinco cambios en partidos oficiales. Pues bien, Reynoso decidió "quemar" cuatro de cara al segundo tiempo. Como en el primer tiempo, hubo pasajes de rebeldía, pero casi nada más. Y la cosa pudo ser aún peor, puesto que llegó otro gol de Messi (como decía Bad Bunny en "Báilame" (?)), pero fue bien anulado. El GOAT (para mí) sabía que no estaba habilitado, y por ello como que no quiso celebrar. Pensar que se decía que podría no jugar, pero finalmente alineó y cómo terminó todo. Más que alguna jugada de peligro, lo destacado del segundo tiempo fueron los espontáneos que entraron al campo. El que quiera, que reniegue o se ría, pero hablando en serio, ello podría derivar en una multa para el anfitrión, en este caso la FPF. Pues bien, con lo que le "sangran" a los equipos de Copa Perú, tendrían dinero de sobra para pagarla (?).
Me reafirmo en que Messi, aun habiéndole marcado a Perú, es el mejor jugador que he visto. Que haya aficionados peruanos que lo admiren es de lo más normal (también aplica para Cristiano Ronaldo, Neymar, Mbappé, Haaland...), pero de ahí a ir al hotel y hacerle barra como que descuadra un poco. Mientras que en las afueras del hotel de Perú estaban los hinchas peruanos de verdad (léase los incondicionales), en el de Argentina otros hinchas estaban cantando el "Muchachos", pero con el detalle que muchos de ellos eran tan argentinos como el cebiche y el pisco sour (?). Algunos amigos renegaban en X por esto último; yo también lo hubiera hecho, pero preferí guardarme para este momento. No era para organizar algo parecido a "El rival no duerme", pero tampoco era hacer que la visita se sintiera como en casa, sobre todo si es el vigente campeón del mundo. Pero peores son los peruanos que aguardaban un triunfo de Argentina para que se vaya Reynoso. El DT no me cae en lo absoluto (lo que no quita que sea bueno, esto por lo que consiguió en Perú y en México) y no soy quién para decirle que renuncie o lo saquen, pero esté quien esté y le vaya como le vaya a la selección, siempre la seguiré.
Aunque pueda sonar a consuelo de tontos, Perú no cierra la tabla de Eliminatorias. Afortunadamente existe Bolivia, que no ha sumado ni siquiera en La Paz. En los años dorados (léase la generación que clasificó al Mundial 1994), la "Verde" "ahogaba" a cualquiera en su casa; ahora se convirtió en una selección que tiene poco o nada. Lo dirige Gustavo Costas (a quien le tengo mucho aprecio), quien salió a criticar el proceso de formación de sus jugadores, lo que se podría interpretar como una lavada de manos o una crítica sutil a los clubes bolivianos (aunque podría ser más lo segundo). Cuando asumió en Bolivia, "Garganta" no conocía el medio, lo que sumado al material que tiene (para mí) no le da casi ni esperanzas de llegar al Mundial a los verdes. Esta podría ser la gran oportunidad para ir a La Paz a "rematarlos" y no hacer de levantamuertos, como fue en el proceso para Rusia, aunque "gracias" a Nelson Cabrera los puntos terminaron en poder de Perú.
Y para terminar, sigue pendiente rematar directo al arco. En horas de la tarde llegó el reporte del gol de San Marino a Dinamarca, que no fue autogol. Con un equipo cuyos jugadores no se dedican 24/7 al fútbol, la "Serenísima" se dio el lujo de anotarle al país natal de Oliver Sonne (que si Reynoso no lo puso ni en lista ante Argentina, solo él podría saberlo), aunque luego perdió el partido. Si lo hizo la peor selección del mundo y Perú no fue capaz, esto da para preocuparse, y harto.
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