Luego de más de dos meses de receso (voluntario), era hora de volver a correr. La oportunidad apareció y era propicia: una 7K que, como la carrera de la avenida Arequipa , empezaba y terminaba en el mismo lugar. La fecha primigenia era 22 de setiembre, pero la postergaron una semana; igual, ya me había inscrito con anticipación. En los días previos se declaró el estado de emergencia en Los Olivos y otros distritos. Capaz por eso ya no hay carrera, pensé, pero al acercarse más el día y no haber un pronunciamiento oficial que dijera "se suspende", me di cuenta que la carrera iba de todas maneras. Así, fui a recoger la indumentaria y a esperar el domingo, día de carrera. Los días previos transcurrieron entre el consumo de varias piezas diarias de pan integral. La partida se dio minutos después de las 08:00. Al principio todo bien, buen ritmo hasta dar la primera curva, pero pronto había que caminar y de ahí volver a correr. Como eran tres carreras dentro de una (7K, 5K y 2K), ...