Simpatizo con el Barcelona, pero ello viene antes de Lionel Messi. Él no jugaba ni en La Masía cuando empecé a seguir al Barça. Una mochila (la llevaba al colegio) fue la responsable: en esa época jugaban Rivaldo, Kluivert, Cocu y otros más.
El ambiente en su última conferencia en el Camp Nou fue sobrecogedor. En frente de la prensa, sus ahora excompañeros, su inseparable Antonela y sus pequeños, Messi lloró, al igual que los hinchas que se acercaron al estadio en los días previos (uno que otro se hizo viral) y ese mismo día lo siguieron mientras conducía su auto de salida. No era para menos, el hombre que llegó siendo adolescente se marchaba de la institución más de 20 años después con los principales récords individuales a sus espaldas. ¿Pesetero? Pero si jugando en el Barça hizo harta plata (y le hizo ganar más al club). ¿Traidor? Nada que ver, ni que se hubiera ido al Real Madrid (?).
Con su reciente fichaje por el PSG (que con el equipazo que ha armado, si no gana la Champions es un fracaso absoluto) y el revuelo que ha generado, Messi va a seguir jugando en la élite. Con el recuerdo fresco del título de la Copa América, seguramente Lionel querrá seguir fino para integrarse a la selección en cada fecha de Eliminatorias, clasificar al Mundial y ganarlo, para así cerrar con broche de oro su trayectoria en la albiceleste. Los que tanto le daban con palo por sus fracasos (léase finales perdidas) con Argentina, para mí de manera injusta, porque el fútbol es un deporte colectivo, seguramente le habrán pedido perdón. Todo lo que genera ser el GOAT.
Jugando en diferentes épocas con cracks como Ronaldinho, Eto'o, Márquez, Henry, Dani Alves, Ibrahimovic, Neymar y Suárez, además de los que (como él) salieron de la cantera como Puyol, Xavi e Iniesta, Messi se hizo leyenda. Ahora habrá que ver cómo le va lejos del Camp Nou, escenario en el que sin duda merecía despedirse a lo grande, con la ovación de la hinchada que tantas veces gritó sus goles y celebró sus actuaciones.
Comentarios
Publicar un comentario