En noviembre del 2023, cuando Venezuela y Perú se enfrentaron en Lima por Eliminatorias, la situación era diferente para los llaneros. Su buen momento en el certamen hacía que no pocos dijeran que la "Vinotinto" (como nunca) tenía amplias posibilidades de clasificar directamente al Mundial. Sin embargo, de cara al partido en Maturín el cuadro "chamo" había caído en un pozo y Perú, con cambios de técnicos, poca producción ofensiva y todo, lo tenía ahí nomás para superarlo en la tabla. Así, el partido tenía ribetes de final para uno y otro.
Venezuela arrastraba una mala racha y el público entendió que ante Perú era un "ahora o nunca" para ello: por eso fueron en mancha al estadio. Los peruanos que quisieron viajar para alentar a la selección seguramente prefirieron no hacerlo al habérseles desaconsejado ello (no hay relaciones entre un país y otro), y por ello la hinchada visitante se redujo a un grupo de residentes, unos "próceres" que hacen su vida en un país demasiado venido a menos en los últimos años. Así, empujado por su público, Venezuela quiso liquidar de arranque a Perú. Lo tuvimos que aguantar y ajustamos todos con esa cortina fallida de Garcés que Rondón desaprovechó, ya con Gallese fuera de su camino. Si le quedaba bien la pelota, era gol fijo. Pero quien empezó muy cargoso era Soteldo. El chato, aunque más buscando a Martínez y Rondón que un remate propio, se propuso desquiciar a sus marcadores y por ello era objeto de faltas. En una de esas Zambrano casi lo pisa. Al menos con el 1-0 ya puesto no se atrevió a pararse sobre el balón.
El minuto fatal para Perú fue el cuarenta y algo. Falta de Zambrano a Josef Martínez y el árbitro chileno (tan cuestionado por su nacionalidad como por la falta misma) señaló el punto fatídico. Al ir a por el balón, Gallese quedó sentido, aunque me pareció como que decía "otra vez tengo que corregir las cag... de estos chicos (?)". Lamentablemente no pudo atajarle el remate a Rondón y Perú tenía que remontar ese gol. El 1-0 parecía fijo, pero Carrillo se mandó su mejor desborde del partido y su centro fue conectado por Bryan Reyna. El gol cayó como maná del cielo: era la mejor manera de irse al descanso por cómo se desarrollaba el cotejo. Pero el árbitro decidió consultar al VAR y lo anuló, pues consideró que además de la cabeza, Reyna se ayudó con la mano. "Estás yendo porlas, cómo le vas a inventar una 'tercera mano' a Bryan" El referí no me hizo caso (?). Desventaja peruana al descanso.
En horas de la tarde jugó otro implicado en la pugna por el repechaje. A pesar de su condición de local, Bolivia no pasó del empate ante Uruguay y dejaba abierta la chance para que Perú, con un triunfo, se pusiera a un puntito del sétimo lugar. Sin embargo, lo concreto era que a Perú le quedaban 45 minutos para matar o morir. Y empezó el asedio a campo vinotinto, pero contrarrestado por réplicas venezolanas controladas por un Gallese muy bien ubicado. El tiempo corría y las ideas no fluían. Perú rotaba la pelota y Venezuela ni se inmutaba, pues apenas le daba margen para que el rival quedara a tiro de gol. Así, la opción más clara de la Bicolor fue ese remate de lejos de Advíncula que logró desviar Romo. De ahí, no sé quién me desesperaba más, si los pasecitos repetidos de Perú o el cerrojo de Venezuela.
Es que los venezolanos sí que no eran coj... Seguramente Batista pensó "Si se me hace difícil llegar al 2-0 y el rival se me viene con todo, mejor me cierro, no me desordeno y así cuido mi gol como oro" Y así fue. Es más, hubo una chance para marcar el 2-0, pero le anularon el gol a Cádiz. Igual el público celebró. Para ese entonces Perú jugaba con dos puntas (para no mencionar a la radio rock en Lima (?)), pero sin resultados satisfactorios. En resumen, Perú resucitó a Venezuela. De los nueve partidos de visita del proceso, este era el menos "tranca" como para sumar de a tres, sin embargo, los nuestros regresan a casa sin nada. Que hubo avances en esta fecha doble, los hubo, pero parece ser demasiado tarde.
Con el 1-0 consumado tras una jugada en área local que el árbitro no quiso sancionar como penal (pese a las protestas del banco peruano), las cosas se pusieron para Perú, como diría El Bocón, color volante de marca de Alianza Lima de los 90. Mientras Argentina ya compró sus pasajes, quedan cinco y medio disponibles. Pese a sus riñas internas y/o crisis de resultados, Uruguay y Colombia deberían asegurar en la próxima fecha doble, además de un Brasil que como pocas veces carga consigo tantas dudas y críticas. Y los cuatro de abajo, haciendo sumas y restas sobre los resultados que necesitan. Por el lado de Perú, con o sin posibilidades (depende del punto de vista de uno), igual hay que dar la vida en los cuatro partidos que restan. Esta Eliminatoria, termine como termine, va a dejar muchísimas lecciones. Mientras tanto, Nueva Zelandia e Irán también celebran por una clasificación más, en el caso de los "kiwis", primera vez que lo hacen sin jugar repechaje.
Para terminar, que aquellos que con seguridad dicen que ya estamos eliminados no vengan, una vez que el partido con Colombia esté cerca, con el "cuento" de que todavía podemos llegar. Hay que ser consecuentes.
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