Brasil es una de las grandes potencias del fútbol mundial. Cinco títulos mundiales, nueve Copas América y multitud de cracks que ha aportado a lo largo de la historia dan fe de ello. Como tal, infunde respeto, y también procede a la inversa, como cuando goleó en la fecha anterior a Bolivia. Así, el Scratch llegaba a Lima con la consigna de sumar nuevamente de a tres, pero encontraría a un rival que le complicaría las cosas... hasta que llegó el minuto fatal.
Tras una serie de toques, Richarlison cabeceó y marcó el primero. Sin embargo, el árbitro acudió al VAR y luego de unos minutos lo anuló. Así, el delantero que lloró por no anotarle a Bolivia (!) tuvo que resignarse. Es cierto, el cabezazo fue seco e impecable, pero estaba apenitas adelantado. En otra época, se cobraba el gol y a sacar del medio, pero todo cambia. Ahora el fútbol es más científico y preciso: hay mediciones GPS, analistas de video, "ojo de halcón" y el tan mentado VAR, que esta vez nos "sonrió". Y minutos antes otro gol anulado (a Rodrygo), pero ahí el árbitro no necesitó ver monitor alguno.
La entrada más barata para el Perú - Brasil costaba S/ 140.00. Con ese dinero y tomando en cuenta los lugares a donde suelo ir, me compro 140 Big Colas pequeñas, 28 hamburguesas (las que venden frente a SENATI son buenísimas), 14 salchipapas, 12 pechos broaster, hago 28 recargas y más. A pesar de los precios, la gente va, compra su entrada y llena el estadio, y así se quejan que por qué subió el limón (?). Así, la "mejor hinchada del mundo" se va convirtiendo en la hinchada con mejor poder adquisitivo de la región, comparando los precios de entradas para Eliminatorias con los demás países sudamericanos. Y habrá que ver si los precios se mantendrán para los partidos siguientes o bajarán, aunque posiblemente sean los mismos al ser el próximo rival Argentina.
Cuando una selección top se enfrenta a Perú, la atención la acapara el jugador más importante del rival, en este caso Neymar. Tras dejar PSG e instalarse en la también millonaria Arabia Saudita, "Ney" jugó ante Bolivia, marcó dos goles y rompió el récord de Pelé, por lo que llegaba "empilado" para enfrentar a Perú. Sin embargo, el arco no se le abrió. Tuvo una muy clara en el primer tiempo, pero Gallese una vez más puso las manos y le impidió festejar. A propósito del arquero, en el segundo tiempo también sacó con solvencia un remate de lejos. Brasil tocaba y tocaba, pero no encontraba cómo abrir la cuenta. Y por ello, Neymar, que es el goleador histórico de los Perú - Brasil eliminatorios, no se sentía cómodo.
Con Advíncula inhabilitado, Aldo Corzo pasó a cubrir la banda derecha. El tipo se fajó, como lo hizo ante Paraguay. La misión era impedir que Brasil hiciera daño por su sector, y ayudado hizo una buena labor. Y para el segundo tiempo ingresó Joao Grimaldo, que tuvo su bautizo de fuego nada menos que ante Brasil. Pedía pelota, encaraba, generaba faltas y hasta emocionaba al público. Por edad, podría dar un salto a corto plazo. ¿Qué tienen en común los dos? Juegan la Liga1, ese torneo poco competitivo y de bajo nivel (lo es, pero comparado con las ligas top del mundo), pero que de vez en cuando saca figuras. De ahí salieron los Carrillo, Abram y López, por citar a quienes emigraron a la primera y ya no regresaron.
Lo que no pudieron hacer Neymar, Richarlison, Rodrygo y Raphinha lo hizo Marquinhos. El zaguero ganó por alto tras un córner y venció a Gallese. Perú había hecho todo para conservar el cero y en un parpadeo todo se fue a la mi. Y el tiempo para reaccionar era escaso, sumado a que Brasil tuvo esos minutos bajo su control. Si en 2017 Marquinhos "no se dejó pasar" y ayudó a su manera a que Perú llegara al repechaje, esta vez fue el villano. Entró desmarcado y vacunó. Gol y tres puntos más para Brasil.
Para Brasil ya es una costumbre sacar puntos de Lima por Eliminatorias. Van tres triunfos seguidos: el 0-2 del 2016 con uniforme azul, el 2-4 del 2020 con Bascuñán y este 0-1. Nunca ha perdido en Eliminatorias con Perú y desde inicios del proceso para Rusia se ha olvidado lo que es perder en este torneo. Para jugar ante Brasil y sacar un buen resultado hay que dar más de lo normal, tal como lo hacía Perú atrás (a propósito de ello, Tapia fue otro de los que se batió en su área), pero basta con un descuido para que todo se eche a perder. Y Brasil, como el gigante que es, no te va a perdonar.
Terminada la primera fecha doble, Perú quedó empatado en la tabla con Paraguay. Apenas hemos empezado y ya sacaron ventaja los "grandazos", que seguramente se irán alejando y terminarán peleando por el primer lugar. Los demás tendrán que lucharla hasta el final, y a uno de ellos tocará enfrentar en la próxima fecha. Chile tampoco empezó bien, y querrá sacudirse en casa ante Perú. Y luego viene Argentina, con el brillo de la Tercera, con Messi y los medios locales aún contando los días, semanas y meses que pasaron desde la final de Qatar. Pero a Perú le falta hacer un gol. Hasta Bolivia, la más vapuleada, ha anotado. Defender está bien, pero para ganar hay que hacer goles. Y esa es la deuda por ahora.
Para terminar, nunca más comeré pollo broaster antes de un partido de Perú. El día anterior al debut se me antojó comer ese plato, fui y empatamos, y creyendo que la figura podía ser igual (o mejor) ante Brasil, hice lo mismo, y cómo nos fue. Así, una cábala (?) quedó en el archivo para siempre, todo por "culpa" de un cabezazo.
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