La idea es escribir algo (en aproximadamente mil palabras) luego de terminado cada partido de Perú en estas Eliminatorias. Esto no irá tanto por el aspecto táctico o similares (para eso uno puede escuchar, ver, leer o seguir los medios dedicados a ello), sino algo más matizado con experiencias anteriores o eventos sucedidos en las horas previas al inicio y hasta algo que se podría decir out of context. Empezamos con el Paraguay - Perú, el primer partido de las Eliminatorias en todo el mundo, que esperamos termine (para Perú) de manera distinta al proceso anterior.
Una eliminatoria más. Sí, yo veo a Perú jugar por el pase al Mundial desde el proceso para Francia 1998. A medida que la vida avanza, los recuerdos van apareciendo más claros, y lo que pasó en los últimos procesos es lo que está más fresco: la alegría por la clasificación a Rusia 2018 y la tremenda decepción por no haber llegado a Qatar 2022. Ahora empieza un nuevo proceso: son diez selecciones y un máximo de siete pueden llegar al Mundial de Norteamérica, pero en el caso de Perú hay que pelearla hasta el último partido.
Diez minutos para el inicio del partido y me instalé en casita para ver el partido. Por suerte, me libré de almorzar lo que había en casa, pues a mamá se le ocurrió hacer locro (?), pero ya habíamos quedado en que iba a comer el adobo del día anterior. Comparado por cómo veíamos los partidos en mis primeras Eliminatorias, la figura ha cambiado mucho: si antes nos juntábamos todos en el comedor, ahora hay varios que ya no están, y los que quedaron, cada uno por su lado. La última "reu" fue para el Perú - Argentina del 2020.
Una vez iniciado el partido en el Antonio Aranda (no Segundo, tampoco Anthony, este patita en la vida le va a dar su nombre a un estadio (?)) de Ciudad del Este, Paraguay fue con más decisión a buscar el primer gol, en el que se ha convertido en un "clásico" de las Eliminatorias. ¿Por qué? Porque Perú, desde que juegan todos contra todos, casi siempre ha debutado con la "Albirroja". En el proceso anterior fue casi la misma figura, solo que el partido se jugó en el Defensores del Chaco y no fue nadie.
Fin del primer tiempo, cero o cero y Perú con un hombre menos. Perú en campo rival fue el remate de Andy Polo y casi nada más. La chamba fue de la defensa y sobre todo de Pedro Gallese. No fue buena la actuación de Perú, que para colmo sufrió la expulsión de Advíncula, por meterle cabe a Sosa. A propósito, sin tener el cartel de Almirón, este Sosa fue de lo mejor de ellos. No juega en una liga top de Europa, pero sí en una de esta parte del mundo, y Paraguay tiene más de esos que Perú. A Reynoso se le presentaba la misión de recomponer el diez (ya no once) para controlar la avalancha guaraní.
El partido terminó sin que se abriera el marcador. Pese a la roja del primer tiempo, Perú terminó "equilibrado" con su rival. A saber: los palos hicieron de jugadores y repelieron varios remates, en otros la puntería del local no estuvo afinada y lo más importante, Perú tenía a Gallese en el arco, con una garantía tremenda de seguridad. Y la cuestión pudo ser redonda de no ser por (paradójicamente) otro palo. Si ese remate de Paolo Guerrero entraba, ahí se acababa todo. Seis eliminatorias jugadas, un gol después de tiempo con Perú, portadas aquí y allá y felicidad total. En resumen, Perú pudo perderlo, pero también ganarlo. Y como dije antes, los de atrás tuvieron que esforzarse más. Con Reynoso capaz se "extinga" el "chocolate" para imponer otro sello, que en situaciones puntuales como esta sea de utilidad. Solo quedará acostumbrarse, y ojalá sirva también para ganar partidos.
El público se animó y acudió al estadio a apoyar a sus colores. Entre ellos había un grupo de peruanos, como los que "siempre" van, sea al Nacional, a Paraguay o a Qatar. Había un detalle de la transmisión (lo vi por América): los paneles publicitarios al borde del campo. En la toma principal se veían marcas peruanas y con las tomas de más cerca, marcas paraguayas. Esa "tendencia" la advertí en los amistosos con Alemania y Marruecos. Los tiempos cambian.
Y sin ánimos de botarse, se podría decir que Perú ostenta una paternidad sobre Paraguay. Empezó con el "practicante" (así le decían) Bengoechea, se amplió con el "Tigre" Gareca y el “Cabezón” Reynoso la mantiene. Paraguay ya no puede con Perú, incluso como local. Y por perder esa fortaleza (lo mejor que tenía cuando jugaban los Chilavert, Gamarra, Cardozo y Santa Cruz, entre otros), la "Albirroja" se ha perdido los últimos Mundiales.
Este empate incrementa la lista de recuerdos míos de partidos ante Paraguay. Empezó con uno borroso del 1-0 de 1997 y siguió con el "mítico" 2-0 del 2000, con el golazo y el polo del "Chorri", sin olvidar el 4-1 del 2003 y el 2-0 del 2011, este último precisamente con goles de Paolo. Y también están los otros, como el 0-0 del 2007 (el palo del "Loco" Vargas) y la derrota 1-0 del 2012, cuando Perú jugó hasta el queque. Lo bueno es que los recuerdos agradables son mayoría, y ojalá sea igual con los duelos con las demás selecciones.
Terminado el partido, los canales hicieron los enlaces con la gente celebrando en las calles. Se sacó un punto de visitante y está bien, aunque para mí no sea como para hacer una fiesta. Paraguay es rival directo y tendrá que recuperar los puntos sumando afuera. Y ahora se viene Brasil, que con este nuevo formato se aseguraría con tiempo la clasificación incluso jugando siempre a media caña. Pero de todas maneras el Scratch saldrá a ganar este martes, en lo que será un reto más complicado para Reynoso y sus muchachos.
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